La inscripción en la espada del último samurai: “Pertenezco al guerrero en que las viejas maneras se unen a las nuevas.” Que difícil es esto, aprender sin olvidar quienes somos, de dónde venimos. Y sin considerar lo diferente como algo intruso.
Emperador: -Dígame… cómo murió?
Algren: -Le diré… como vivió.
El emperador finalmente toma el valor que no demuestra en todo el resto de la película. Repentinamente cuenta con esa inspiración, con ese valor del Samurai, con la fuerza para tomar decisiones como un Guerrero y dice y hace lo que tiene que decir y hacer.
“No me jacto de entender el curso de mi vida. Se que estoy agradecido de haber participado en esto aunque sea un momento.” En muchas oportunidades nos preguntamos que estamos haciendo… o dónde estamos yendo. No soy la excepción. Un gran valor de la vida es disfrutar el participar en algo más grande que nosotros mismos, algo que incluso no comprendamos pero sabemos que por algo está sucediendo, y que funciona talvez a favor de una casa más grande, más allá de nuestro entendimiento. Confiar en nuestros instintos es a veces fundamental para tomar ese tipo de decisiones.