Las misiones clave de un líder son articular la visión que representa a qué lugar quiere llegar y conseguir que otros le sigan hacia allí. Un directivo líder identifica dónde ha de estar su organización y lo transmite a su equipo para que todos se dirijan hacia ese escenario. La esencia del liderazgo está en el enganche emocional, que hace que los seguidores quieran ir en la dirección que marca para conseguir que la visión se haga realidad. El progreso hacia el escenario futuro se produce como consecuencia de que se establece un compromiso personal entre los seguidores y el líder, y todos aportan la energía necesaria para alcanzar la meta.

El “retrato-robot” de un líder contiene trazos de carisma, empatía, capacidad de entusiasmar y una lista de atributos que parece interminable. Surge entonces el debate acerca de si el liderazgo es innato o se puede adquirir con herramientas y con el paso del tiempo: ¿el líder nace o se hace? Todos nacemos con una dotación de atributos suficiente como para ejercer el liderazgo y podemos desarrollarlo. De forma que la respuesta es: las dos cosas.

Pero puede que en este asunto el foco se haya puesto en la parte equivocada: se ha estudiado y publicado muchísimo sobrecómo ha de ser el líder y qué debe hacer para tener seguidores porque, claro está, sin seguidores no hay liderazgo. Pero ¿puede haber liderazgo sin líder? ¿Se podría conseguir que la visión fuera articulada por la comunidad? ¿Podría hacerse que el compromiso y el enganche emocional se establezcan sobre lavisión, sin necesidad de que exista un líder identificado como tal? ¿Se puede dar un mecanismo de diálogo, comunicación, etcétera creado por la red? De entrada parece un contrasentido, pero eso es, precisamente, lo que me estimula a sugerir la idea. El modelo de las redes sociales, el desarrollo del software abierto y la Wikipedia contienen ejemplos que reflejan claramente que hay instrumentos ágiles y eficaces que permiten conseguir que una cantidad enorme de individuos se comporten como un“organismo”, capaz de tomar una idea, evolucionarla, hacerla crecer, comunicarse acerca de ella, crear reglas que permitan gestionarla y mucho más. En este sentido, la multitud o crowd puede adoptar el papel de líder.

La forma de esta estructura es nodal, donde los nodos pueden representar a individuos o a racimos de individuos que se especializan en una parte de la visión, en una función dentro de la comunidad, o en una tendencia o en un proyecto específico. Esto quiere decir que se trata de una red multidimensional, con nodos que se interconectan con opciones casi infinitas. Una organización nodal de este tipo puede crear sus propios valores. Habrá valores específicos de los individuos como la contribución al objetivo común, la aceptación de que otro parta de tu idea y la mejore, la capacidad de generar crítica constructiva… Y también hay lugar para valores de la comunidad: tolerancia, apertura, innovación, radicalización,rupturismo… Estos valores se pueden revisar con el paso del tiempo de forma dinámica, creando modelos mucho más resistentes al cambio porque se adaptan de forma natural al contexto en el que se encuentran.

Publicado por Luis Ezcurra en Leaners