Zapatillas de correr rápido, así es como llama mi hija Paula al calzado que me pongo cuando salgo a hacer deporte. Paula está totalmente convencida que cuando alguien utiliza esas zapatillas el mundo se vuelve más lento. Esa maravillosa mezcla entre imaginación e inocencia se convierte en una dulce bofetada con mensaje. Si nos paramos a pensar, en realidad, el mundo es más simple de lo que a menudo pretendemos que sea. O quizá es que en las cosas simples también caben otras más profundas…
Cuando me pongo las zapatillas de correr rápido, estoy tomando la decisión de dejar de esperar que las cosas sucedan por sí solas. Para mi hija ese calzado simboliza velocidad, para mí, además de eso, representa el momento en el que rompes esa barrera mental que no te deja salir de tu zona de confort; alegoriza un instante en el que reúnes la energía suficiente para avanzar hacia un propósito. Es una evidencia, innegable para mí, que sin un propósito, las zapatillas de correr rápido no funcionan.
«Nuestra vida no es digna de ser vivida sino cuando la ennoblece algún ideal.»
José Ingenieros
No es nada fácil encontrar la voluntad para hacer algo, requiere madurez y una mínima capacidad de introspección retrospectiva. Pero, si en algún momento de tu vida llegas a conectarte con una causa más grande que tú mismo, si consigues darle sentido de una forma positiva a tu siguiente paso… alcanzarás niveles muy altos de motivación. Comprobarás cómo, tus zapatillas de correr rápido, hacen que te despegues del suelo.
Llegados a este punto, debes tener claro que, el mero hecho de ponerte las zapatillas no te exime de tener que seguir saltando barreras; constantemente tienes que elegir dónde vas a dar el siguiente paso para poder avanzar hacia la cima de tu propósito. No importa en qué lugar te encuentras en ese preciso momento, lo esencial es que vayas descubriendo esos lugares interiores que aún no conocías.
A medida que avances, sentirás tu propia respiración. Poco a poco, comenzará a brotar de tus labios vapor en forma de cansancio. La inercia hará que dejes tu destino en manos de tu capacidad de resistencia. Sabes que nunca es un buen momento para rendirse y que la perseverancia es el secreto que puede conducirnos al éxito. Así que, inspira todo el oxígeno que puedas, porque es la hora de trascender, es el momento para el compromiso y la autodeterminación. No estás subiendo cualquier cima, es la cima de tu propósito, ese que tú mismo has elegido para poner en él toda tu pasión y tu energía.
He extraído de una de las cartas Rilke una bonita reflexión a modo de consejo, que Rilke utiliza para intentar aconsejar al señor Kappus y poner un poco más de luz sobre su propósito.
“Vaya cavando y ahondando, en busca de una respuesta profunda. Y si es afirmativa, si usted puede ir al encuentro de tan seria pregunta con un «Si debo» firme y sencillo, entonces, conforme a esta necesidad, erija el edificio de su vida.”
Rainer María Rilke
Es difícil colocarse cada día las zapatillas en los pies, somos conscientes que hay muy pocos caminos exentos de dificultades, todos están escarpados en mayor o en menor medida, algunos tienen trampas, y en muchos de ellos te encontrarás personas que tratarán de poner en duda cada uno de tus pasos, de desvirtuar tu propósito. Tendrás que estar alerta, te cruzarás con gente que sube y baja, otros que corren en círculos, incluso verás personas que parecen llevar descansando años sobre la misma piedra… Olvídate de convencer a nadie que estás ascendiendo al mejor lugar del mundo; no malgastes tu tiempo, porque sólo tú conoces el propósito, sólo tú puedes ver todas las variables de la ecuación. Tú y tus zapatillas de correr rápido estáis haciendo, con cada paso, con cada aliento… que ese trayecto se convierta en una ruta inolvidable.
Cuando tengas que descender de la montaña recuerda que en ningún caso debes hacerlo con la intención de enseñar a nadie tu camino, porque cada persona deberá encontrar el suyo propio. No hay camino sino hay propósito, el individuo debe descubrirse a sí mismo para poder continuar su ascenso. Lo cual no significa que no puedas compartir tu experiencia, seguro que en ese momento posees una perspectiva mucho más clara de las cosas importantes.
El código del Bushido dice sobre la excelencia que…
«La perfección es una montaña inescalable que debe ser escalada a diario.”
Para mi hija Paula y para mí la frase tiene un matiz añadido…
“La perfección es una montaña inescalable que debe ser escalada a diario… con mis zapatillas de correr rápido.”